miércoles, 7 de abril de 2010

Musicoterapia

La musicoterapia es el uso de la música y/o sus elementos musicales (sonido, ritmo, melodía y armonía) realizada por un musicoterapeuta calificado con un paciente o grupo, en un proceso creado para facilitar, promover la comunicación, las relaciones, el aprendizaje, el movimiento, la expresión, la organización y otros objetivos terapéuticos relevantes, para así satisfacer las necesidades físicas, emocionales, mentales, sociales y cognitivas. La musicoterapia tiene como fin desarrollar potenciales y/o restaurar las funciones del individuo de manera tal que éste pueda lograr una mejor integración intra y/o interpersonal y consecuentemente una mejor calidad de vida a través de la prevención, rehabilitación y tratamiento.


La música que parece traer consuelo y bienestar a una persona que sufre no necesariamente tendrá el mismo efecto en otra persona con un padecimiento parecido, ni en la misma persona en otro momento. Es la energía musical presente en ese mismo momento de una relación terapéutica lo que induce o no a un estado saludable. Las fórmulas generales son superficialmente efectivas en el campo de la música y las emociones. Como resultado de la dicotomía entre la música y su naturaleza clínica, la profesión de "musicoterapeutas" se ha confinado a hospitales especializados en el tratamiento de graves psicopatologías.

Muchos musicoterapeutas invierten su energía más joven y entusiasta en la búsqueda constante de una identidad profesional y no parece consolidarse en su lugar de trabajo, donde en general la música se vive como una entidad separada al servicio de la curación entendida ésta como "un producto de la aplicación de técnicas y remedios terapéuticos". Es la potencialidad "terapéutica del ser del musicoterapeuta lo único capaz de producir la transformación. Esa fuerza chamánica que se desarrolla en el interior del "sanador" no es resultado de la experimentación tecnológica. Es una especie de autoridad sagrada a la que accede a partir de un profundo conocimiento de la relación entre la música y la dinámica emocional. En muchos casos esta capacidad de curar latente es un don natural, como la agilidad de las manos de un pianista.

En la última década y gracias a la aportación de la música y la medicina Oriente, se está construyendo un puente que le permitirá al músico terapeuta tomar conciencia, desarrollar y revalidar su capacidad de sanar.

La música como sanación tiene la capacidad de mejorar la calidad de nuestra vida, favoreciendo la relajación, el sueño, la concentración mental, mejorando la memoria y el aprendizaje, la intuición y la creatividad, reduciendo el estrés, fortaleciendo la vitalidad, el sistema nervioso y madurando la comunicación personal e interpersonal al favorecer la apertura emocional y expresiva. La música puede de una manera natural movilizar la memoria de la emoción. Cuánto más conciencia tomemos de ese proceso, de cómo se relaciona la música con nuestra emocionalidad, más efectivamente podremos proveerla para asistir al que sufre. Para que ello sea posible nuestra capacidad perceptiva tiene que afinarse y agudizarse.

En la actualidad proliferan estudios diversos desde lo intuitivo hasta lo científico para entender cómo la escucha musical influye sobre nuestro estado de ánimo guiándonos a un mundo nuevo de experiencias y en muchos casos extraordinarias, con percepción acrecentada y conciencia expandida..

Para los antiguos griegos, la música es el arte de las musas, una actividad noble que promueve el crecimiento de la mente y el alma.

Es básico para entender el proceso de cómo la música entra en nuestros sentidos e influye en nuestras emociones y pensamientos las palabras de Hamel: "No hay duda de que cada uno de nosotros escucha "su" música, con un gusto determinado y relacionando las piezas con emociones o conceptos, o incluso con asociaciones inconscientes. El idioma musical con el que cada uno se identifica es a menudo un inventario de su condición interior". Por tanto una experiencia musical profunda y consciente tiene el valor de una experiencia de autoconocimiento verdadero "puro". Según Steckel "Es precisamente través de la energía de las obras musicales como podemos descubrir dentro de nosotros la ruta que nos guía hacia las regiones del alma dentro de nosotros la ruta que nos guía hacia regiones del alma y el espíritu".

Quizás, después de haber leído este artículo, ya estemos preparados para saber que a través de la música y el ritmo, podremos aprender a llevar a su vez un buen ritmo en la vida, y FLUIR… que no es poco…

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